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jueves, octubre 04, 2001
Beowulf y Grendel(Borrador versión 0.0)
La unión hace la fuerza.
En las leyendas germánicas Grendel es un peludo monstruo marino con una fuerza enorme. Sólo el transporte de su cabeza necesitó la colaboración de cuatro hombre.
Grendel devoraba hombres.
Weowulf es sobrino de Hygelac, rey de los godos. Es de estatura normal, pero valiente.
Grendel devoró a un guerrero del palacio del rey Hrothgar de Dinamarca. Dio la casualidad de que allí se encontraba Weowulf que se enfrenta al monstruo y lo vence.
Para resolver algunos problemas de cálculo se necesitan grandes supercomputadores. Ese es el caso, por ejemplo, de la decodificación del genoma humano, el estudio del plegado de las proteínas, modelos climáticos, etc.
Los supercomputadores son caros. Muy caros. Fuera del alcance de muchos investigadores. En ese caso se encontraban, por ejemplo, Hargrove y Hoffman del Laboratorio Nacional de Oak Ridge -ORNL_ (USA) que necesitaban un superordenador para calcular un mapa ecológico de los estados unidos.
Como no tenían presupuesto pensaron en hacer un supercomputador a base de unir muchos ordenadores personales. Pidieron dinero para comprar ordenadores de sobremesa y unirlos; les fue denegado pues el equipo evaluador dijo que “era una idea irrealizable”. Entonces se le ocurrió que en el ORNL había muchos PCs de desecho. Y, ni cortos ni perezosos, los pidieron.
Los conectaron, para ello utilizaron una Red de Area Local Ethernet (cuyos programas son gratuitos).
“¿Y qué sistema operativo usamos? ¿Windows, Unix?” Linux es gratis y, además, ya hay mucho software GRATIS para él que permiten trabajar a varios computadores en paralelo. Usaron Linux y todo el software gratuito que hay en la Red.
Funcionó. A esa RED la llamaron WeoWulf.
Hoy Beowulf tiene 133 ordenadores interconectados y son capaces de realizar ciento cincuenta mil millones de cálculos por segundo. Equivalente a un gran supercomputador... pero se ha hecho con piezas de desecho.
Este método de hacer supercomputadores no sirve para todos los problemas. Sirve para problemas grandes que se pueden dividir en muchos pequeños, para que uno de ellos lo trate un PC separado.
Hay problemas que no responden a este esquema. Pero hay muchos que sí.
IDEAS CLAVE:
- Uniendo varios ordenadores personales antiguos se puede conseguir un supercomputador a precios de saldo.
- El sistema operativo es Linux y sus bibliotecas para trabajo en paralelo. (En septiembre se cumplió el décimo
aniversario de Linux y el vigésimo del PC).
- Se interconectan mediante una red Ethernet estándar.
- Alcanza velocidades de cálculo de grandes supercomputadores.
- Sólo sirve para problemas “paralelizables”: genoma, clima, simulación de neuronas, búsqueda de genes,
desciframiento de mensajes encriptados (por terroristas)...
- Linux aparece como un elemento importante en el mundo de la supercomputación.
- De los 500 ordenadores más rápidos del mundo, 28 son “Weowulfs”, es decir conjuntos de ordenadores elementales.
- IBM está construyendo el mayor Weowulf de todos, con 1250 PCs, con la misión de identificar genes responsables
de enfermedades.
http://www.hispacluster.org/
REF: NE041001 PRE071001
posted by Fabian 2:40 p. m.
LOS PAJAROS ASTRÓNOMOS
Borrador 0.1
Durante muchos años los marinos han navegado por la superficie de la Tierra mediante las estrellas.
La altura de la estrella polar les daba su latitud.
Un buen reloj, unas tablas astronómicas y la posición de algunas constelaciones tan conocidas como la OSA MAYOR, la OSA MENOR y CASIOPEA les permitían saber su longitud.
La estrella Polar es el único punto del cielo uq eno se mueve. El punto en torno al cual giran todas las demás estrellas a lo largo de la noche.
Los astrónomos, hoy, saben que la estrella polar no siempre ha señalado el polo norte celeste. Hoy saben que ese punto varía en un ciclo de 26 000 años. Por ejemplo, la estrella Polar, hace poco menos de 500 años, cuando un Guipuzcoano ilustre, dio por primera vez la vuelta al mundo, Juan Sebastián Elcano, estaba separada ocho grados de la posición actual.
Supongamos un grupo de marineros a los que les hacemos viajar en el tiempo. Los llevamos cinco mil años hacia atrás. Y les ponemos en mitad del océano, sin brújula; pero diciéndoles que están al Oeste de Donostia.
Ellos miran al cielo y ven que la estrella que ellos conocían como Polar, ya no está en el centro: las demás estrellas no giran en torno a ella. Tras unos días de observación, el capitán descubre que hay una nueva estrella que marca el Norte.
La Polar es otra; pero la Osa Mayor, la Menor y Casiopea siguen girando cerca de dicha estrella.
Observándola es capaz de saber de su latitud. Descubre que está a la latitud de Donostia. Decide ir siempre hacia el Este. Basta mirar a la nueva estrella Polar para saber dónde está el Norte y así navegar hacia el este.
A veces, la Polar está cubierta con nubes y no le sirve de orientación; pero la Osa Mayor, la Menor y Casiopea le señalan dónde está la Polar.
A veces, las nubes tapan nos sólo la Polar, también ocultan parte de las constelaciones citadas. Pero el capitán, que es inteligente, es capaz de distinguir la posición con sólo una pocas estrellas de cada constelación...
Y así, el capitán llega a Donostia, o a las costas de América, dependiendo e que estuviera en el Atlántico o en el Pacífico (dato que no le han dado).
¿A un capitán así le llamaríamos Inteligente y Astrónomo? ¿No?
¿Y cuándo lo hace un pájaro, cómo tendríamos que llamarle, un pájaro astrónomo?
Pues pájaros que hacen eso existen y los vemos todos los días, son bastante habituales.
Las migraciones de la aves son uno de esas maravillas de la vida que siempre me han apasionado.
Hay pájaros que recorren todos los años miles de kilómetros. Ejemplos de aves migradoras de largo recorrido
hay muchos, así el charrán ártico (Sterna arctina), se desplaza del Circulo Polar ártico hasta el extremo sur de
Africa, alrededor de 20.000 km.; el combatiente (Philomachus pugnax) ) que cría en el norte de Euroasía, inverna en el
Africa tropical, los que nidifican en el extremo oriental de Siberia pasan a invernar al sudeste de Africa e Insulindia,
realizando un desplazamiento de 12.000 km. Y pasado el invierno, vuelven a su lugar de origen con una precisión excelente.
Para poder hacerlo necesitan hacer auténtica navegación. Para navegar las aves no utilizan un único sistema. Utilizan muchos. Algunas tienen muy buena memoria y reconocen su lugar de nacimiento; otras se orientan por el Sol y por la Luna; otras por el campo magnético; otras por el Sol, incluso aunque éste esté cubierto de nubes... Y, por fin, hay otro grupo de aves migratorias nocturnas que se orientan por las estrellas. De éstas quiero hablar.
Las currucas (Silvia sp.) alemanas, emigran todos los años, siguiendo la la dirección sureste, hasta que llegan a la latitud de Chipre; en ese momento, giran al Sur y terminan en el Valle del Nilo.
Pues bien, se las puso en un Planetario y se observo que mientras se les ponían los cielos de Alemania, Checoslovaquia,
Hungría, Rumania y Turquía, seguían el vuelo normal; pero al ponerle el cielo de Chipre, derivaban hacia el Sur.
El experimento fue más lejos y no sólo se pusieron los cielos en la dirección Sureste que era la habitual de sus desplazamientos. En un momento se pusieron los cielos de una región de Asia Central, en Rusia, próxima a China. Las aves primero se sorprendieron, pero luego se recuperaron y tomaron la dirección SurOeste: es decir, cambiaron la dirección para ir ¡al valle del Nilo!
Un aspecto curiosísimo del experimento, es que una vez que se les cambiaba el cielo y llegaban al “Valle del Nilo”. Las aves se entregaban a un profundo sueño por la fatiga de recorrer tantos kilómetros, AUNQUE no se habían movido del Planetario.
Experimentos similares se han hecho con otras aves (es decir, hacerlas vivir en un planetario) y los resultados son sorprendentes:
1. Aprenden a reconocer la Polar, como la estrella en torno a la que giran las demás.
2. Se dirigen por las constelaciones de la Osa Mayor, Osa Menor y Casiopea aunque estén parcialmente ocultas.
Hay un pájaro, el azulejo, que suele vivir en centroeuropa. En Otoño emigra hacia el SurOeste, hasta llegar a la altura de Gibraltar. En ese momento cambiar rumbo, para ir al Sur: a Africa.
Pues bien, a unos cuantos, se los hizo nacer en un planetario. Pero todo el cielo estaba alterado 30 grados.
Cuando las soltaron para emigrar siguieron la ruta equivocada. Equivocada en 30 grados. Es decir: iban correctamente con el cielo del planetario, pero les engañaba el cielo real que ellos nunca habían visto.
Todo ello implica que APRENDEN cuál es la polar, saben la hora y en su viaje se guían por las constelaciones circumpolares.
¡Quién nos iba a decir que íbamos a recibir lecciones de astronomía de unos sencillos (¿sencillos?) pájaros!
El dairio gallego da algunos datos: http://www.elcorreogallego.es/periodico/20010910/Descubrir/N57832.asp
REF. RD051001
posted by Fabian 1:22 p. m.
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